Si quieres que te deban un favor, pide un favor. Suena contraintuitivo, pero, al parecer, funciona. Y, además, te llevas dos favores por el precio de uno. Algo así como lo que decía el Tolstói: «No queremos a las personas por el bien que nos hayan hecho, sino por el bien que les hacemos». Este fenómeno psicológico se denomina efecto Franklin, y solo es efectivo si se piden favores pequeños.
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etiquetas: amabilidad , explotación , favor
Si te sale natural, sin pensarlo, sin planearlo podria estar bien. Pero usarlo conscientemente, como una táctica.
Eso se soluciona con el título de otro libro: "De entrada, diga NO".
Le he dicho a una bella joven si quería un trifásico. Ha dicho que no. Luego le he pedido algo más ligero. También ha dicho que no.
No funciona el PEC.
Te ponen uno o varios a un precio elevado. Y luego te ponen el que te quieren vender al precio que te lo quieren vender, habitualmente un precio mayor que en otras tiendas, pero que si no sabes lo que vale en otros sitios pues por comparación con los productos caros te parece barato.
Y, de paso, si alguno es de los que siempre compran el más caro porque piensan que más caro implica que es mejor pues también ganan más con esos. Esto sería conseguir que la pague según su poder adquisitivo, según su nivel económico. Si solamente tienes un producto caro lo comprarán los ricos pero los pobres no pueden permitírselo y vendes menos unidades. Si solamente tienes un producto barato lo comprará más gente pero tendrás poco beneficio por comprador... Lo que quieres es que lo compre el mayor número de gente pero el que tenga más dinero pague más. Entonces pones unos más caros y otros más baratos aunque sean básicamente el mismo producto... quizá al producto caro le pones una marca bonita o la palabra "premium" o "gourmet" jejeje mientras que el barato es marca blanca (Hacendado...) o similar.
Lo de intentar que se tomen como referencia precios elevados se basa en el desconocimiento de los precios, porque raramente uno se recorre todas las tiendas... aunque esa desinformación, con el móvil conectado a Internet se desvanece.
Creo que se usa más en productos novedosos o escasos / únicos, porque hay más desconocimiento... a veces incluso buscando en Internet es tan novedoso o tan único que no encontrarás lo que vale en otros sitios. Una pintura, por ejemplo, es única y si te ponen varias al mismo precio quizá no te decidas, pero si te ponen una cara y otra a un precio menor es más fácil caer.
Y lo de poner una gama amplia con precios diferentes no suele basarse en desconocimiento de precios sino en cosas como las ganas de presumir. Cuando son productos de precios bien conocidos, todo el mundo sabe que un Ferrari o un Mercedes o un traje de Armani tiene un precio elevado y quieren presumir de marca.
En el caso de los libros... supongo que es un mundo aparte.
Los libros son algo de lo que se hace muchas copias idénticas, y un precio conocido, así que entraría en el tipo de artículos donde tendría sentido hacer gamas de productos. Lo malo es que en un libro canta mucho el intentar poner una versión a 50 euros y otra a 10 euros, porque… » ver todo el comentario
Suena un poco a regatear:
- Oiga, le vendo esto por 20 euros
- No, gracias.
- Mire, le voy a hacer un buen descuento: se lo dejo en 10 euros.
- Pues yo creo que vale unos 2 euros.
- No, eso no puede ser, con ese precio no gano nada... venga, puedo dejarlo en 6.
- ¿Cinco?
- De acuerdo.
Por eso se suele llamar "edición coleccionista", porque los coleccionistas son esas personas capaces de comprarse algo mucho más caro sólo porque es de tapa dura con una ilustración en relieve.
Y si sólo fuera eso... Lo que pasa es que el coleccionismo aún no está incluído en el manual diagnóstico y estadístico de los transtornos mentales, e incluso suena respetable.
Si le compro un libro a #7 porque no me siento bien al haberle negado los 50€ no ha sido una negociación, me han troleado.
Como esa manía compulsoria de almacenar montones y montones de dinero sin darle uso, mucho más respetable socialmente que acumular periódicos o mascotas rescatadas
Más tarde me volvió a preguntar y le dije: "pues tu exsocio ya va por 800 euros, porque le ha añadido un montón de cosas, mira".
Hace poco, me volvió preguntar y le dije "ya se ha estabilizado, lleva sin pedirme cambios varias semanas. Al final le ha salido por 1200 euros". Y me dijo que todos los cambios no los quería, que se iba a gastar entre 800 y 900 euros.
Me resultó chocante que al principio no quisiera gastarse 200 euros, pero luego aceptara gastarse 800. Creo que el efecto ha sido el que comentas de los grandes almacenes, ponerte una tele de 3000 euros al lado de una 500, para que la de 500 te parezca barata.