15 meneos
320 clics
Los gilipollas de las salas de cine
La figura del gilipollas adopta muchas formas. Han existido siempre, y cumplen su función como nadie. Al igual que los insectos son molestos pero necesarios para determinadas tareas que la naturaleza les ha encomendado, los gilipollas son incómodos, pero sin una función específica más allá de la simple subnormalidad.
|
comentarios cerrados
Todos y todas en algún momento de nuestra vida nos hemos comportado como un gilipollas.
Lo importante es recapacitar y no repetir malos comportamientos. En caso contrario, no son gilipollas, son psicópatas.
Pagas 6-10€ (por persona) por disfrutar de una película. No para que te estén tocando los cojones, te estén dando patadas en el asiento u oyendo gritar o berrear al crío de al lado. Porque, una vez finaliza la película, estás maldiciendo al destino porque te haya asignado en la misma sala, en tu misma película, al mismo sujeto. Y yo no he pagado para eso...
Los que hemos sufrido alguna vez a un/una gilipollas del cine, sabemos que no es la primera vez que lo hacen.