Sufrir un despido es una experiencia traumática y deprimente. Renunciar a un trabajo en el que no eres feliz es una experiencia liberadora. No es de extrañar, por tanto, que el ser humano haya derrochado ingenio a la hora de autodespedirse de los puestos laborales que ha detestado. Con frecuencia, las renuncias se han comunicado con una carta dirigida al superior de turno. Como es lógico, muchas de ellas han contado con un elevado grado de inspiración.
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sabes contar? pues no cuentes conmigo!
Lo demás siempre serán despechos más o menos originales.
- ¿Y qué te dijo, si se puede saber?
- "Estás despedido"
La vida da muchas vueltas, y he visto como gente que se ha ido de malos modos de la mía acabaron volviendo de rodillas a los años.
Y no fue por culpa del empresario.
- Hola buenas, que vengo a comunicaros una excedencia voluntaria por motivos personales.
- Es que en esta empresa no se pueden pedir excendencias
- Si, verás, te voy a enseñar cómo se hace.... Toma, la comunicación.... Ya nos veremos un día de estos...