Una joven conductora terminó hundiendo su vehículo, un Toyota Yaris rojo, en el lago Tobermory de Ontario, Canadá. La chica, avergonzada, aseguró que sólo obedecía órdenes de su navegador.
A mi me paso, volviendo de Calahorra a Bilbao, que paramos en Altube a repostar y nos encontramos con una señora que nos preguntaba como ir a Rincón de Soto. La señora venía de Zaragoza y Rincón de Soto esta antes de Calahorra, eso sí, no llevaba el GPS puesto.
En un pueblo de la C. Valenciana (no recuerdo el nombre) están hasta el moño de que los coches bajen por una calle que en realidad no lo es, el GPS dice que sí pero en realidad son unas escaleras muy anchas con escalones muy bajitos. Según me contaron, caen como moscas.
A veces falla la teoría. Esa todavía puede tener descendientes.
¿No se dio cuenta ni siquiera cuando iba a metro y medio bajo agua?
A mi me paso, volviendo de Calahorra a Bilbao, que paramos en Altube a repostar y nos encontramos con una señora que nos preguntaba como ir a Rincón de Soto. La señora venía de Zaragoza y Rincón de Soto esta antes de Calahorra, eso sí, no llevaba el GPS puesto.
Fe ciega que se llama o estupidez humana, según prefieras.
Y la estupidez, no nos olvidemos de la estupidez, punto de gran importancia en este suceso.