Con la llegada de la pandemia vinieron los problemas. Ya no había tantas sonrisas y el amargor llegó a la boca de todos. Al turismo una sonrisa. Y sin él, no hay manera de sonreír pues en la ruleta de la vida, Málaga apostó todo al guiri como herramienta perfecta para sostenerse. Y el modelo es bueno, genera riqueza y es potente. Pero ante las adversidades se pierde.
|
etiquetas: málaga , coronavirus , crisis , pandemia , guiri , modelo , turismo
Ademas, que el centro de Málaga es proporcionalmente enano con respecto a la ciudad. Los turistas no han echado a nadie en Málaga, simplemente han recuperado una zona que los malagueños habían abandonado.
Los meses de invierno, son algo jodidos, cuando hace frío y viento, con esa humedad que cala te pongas las capas que te pongas.
Eso sí, no más de 10-15 días fríos al año.
Por cierto, Málaga invirtío en industria en su día, y los vascos la robaron toda mangoneando en Madrid.
Si tengo que escoger un momento de mi vida es cuando me partí la tibia con la moto de trial y pase febrero y marzo con un bañador de putasso leyendo libros al sol de Málaga
El modelo de la hiperdependencia con respecto al turismo es una puta basura.
Lo que si ocurre es que las viviendas no estan adaptadas para el frío. Yo he estado a diez bajo cero pero cuando he pasado más frio ha sido durmiendo una noche en casa de una tia mia en Málaga con mantas finas como sábanas. Y en otra vivienda que estuve en Málaga era muy frecuente estar en mangas de camisa en la calle y al llegar a casa tener que ponerme un jersey.
He conocido emigrantes nacidos en Málaga que volviendo desde País Vasco a veranear en Málaga no hacian más que quejarse del calor. Una vez jubilados pasaban el invierno en Málaga pero al empezar la primavera se volvian al País Vasco.
Y por cierto, vaya casas tienen tus conocidos, muy mal aisladas tienen que estar en esas casas para que a 10-15ªC se tenga uno que abrigar dentro de casa.
La de mi tia era una casa baja de un solo piso. Sin forjado sanitario, es decir el suelo que pisabamos estaba directamente sobre el terreno sin una cámara de aire para aislarla de la humedad.