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No aceptes caramelos de extraños

Tus padres siempre te dijeron que nunca aceptaras dulces de extraños, y por una buena razón. Hubo una vez un niño que aceptó caramelos de un extraño, su nombre era Charley Ross, y desapareció el 1 de julio de 1874, para no ser visto nunca más. Ese día, Charley y su hermano Walter estaban jugando afuera de su mansión en el próspero vecindario de Germantown, Filadelfia. Dos hombres desconocidos, que les habían dado caramelos a los hermanos un par de veces antes, se acercaron y dijeron que, en lugar de caramelos, tenían petardos para darles.

| etiquetas: charley ross , creepypasta , secuestro , historia real
  1. Me ha recordado que en mi barrio había un viejo al que los niños llamaban "el petardero" porque solía darle dinero a los niños para comprar petardos.

    Ahora con perspectiva, acordarme de ver a los niños buscándolo por los bares es, cuanto menos, inquietante.

    Nunca supe de ninguna historia cercana aunque tenía varios colegas que "lo frecuentaban", pero os podéis imaginar los rumores.
  2. Decían que en mi barrio había que tener cuidado porque un hombre regalaba drogas.
    Me pasé toda la adolescencia buscándolo y no lo encontré.
    :troll:
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menéame