En los últimos años el patinete eléctrico se ha convertido en un elemento esencial en las ciudades. Su practicidad y respeto hacia el medio ambiente lo convierten en una opción que cada vez cuenta con más adeptos, llegando a ser uno de los medios de transporte más utilizados en distancias cortas, aunque muchos decidan utilizarlo de las formas más sorprendentes.

Priorizar el tren frente al avión y el ir a pie frente al uso del patinete para reducir, en el primer caso, las emisiones contaminantes y, en el segundo, el ridículo. Estas medidas, que hace unos años sonaban impensables, empiezan a calar en diferentes países. El último ha sido España tras el acuerdo entre PSOE y Sumar para la próxima legislatura. «¿Tienes cinco años y estás en el parque? Entonces, el patinete bien. ¿Eres mayor de edad? Bájate de ahí, anda, que pareces tonto».

El precio de estos vehículos de micromovilidad ha subido un 33% desde 2022, frente al 12,7% que ha bajado el coste medio de una bicicleta de montaña