“El hambre es muy importante y en mi época había mucha, ¡jamás vi hervir una olla en mi casa! —recuerda Camacho—; por eso los niños de entonces éramos muy inteligentes, como perrillos callejeros que procurábamos comer y taparnos del frío”. - “Lolillo me dice que su afán es sacar a su familia de las Tres Mil, porque él sabe que es lo que siempre he querido”, cuenta su madre. “Aquí hay malos y buenos, pero se ven muchas cosas que no quiero que vean, criarlos en otro ambiente”, añade.