«En el país de los ciegos, el tuerto es el rey». Una frase que hemos escuchado toda la vida y que representa el máximo exponente de la mediocridad. Porque en esta filosofía, el éxito reside en la habilidad de deshacerte de las personas que puedan delatar tus carencias, rodeándote, en cambio, de esas otras que las encubren. Los norteamericanos tienen una forma jocosa de describir este escenario: «¿Sabes cuál es el secreto del éxito? Busca una persona ambiciosa, inteligente, trabajadora, capaz de sustituirte… y despídela».

El corresponsal de guerra Oleg Blokhin muestra en el vídeo una base estadounidense abandonada en el noreste de Siria, cerca de la ciudad de Manbij. A juzgar por el material abandonado el ejército de los EE. UU abandonó la base con bastante prisa. Por ejemplo, los refrigeradores están llenos de refrescos y comida preparada instantánea, hay una máquina expendedora de patatas fritas y se encuentran en las habitaciones productos de higiene personal y balas. También se encuentran inscripciones obscenas en ruso sin que se sepa el porqué.

Después de la llegada del frío comunismo a España, los militantes de Vox han iniciado esta misma semana su migración hacia zonas más fachas. Muchos de ellos han optado por utilizar aplicaciones de transporte como Uber o Cabify para llegar lo antes posible a sus destinos. La población en lugares como Murcia o Madrid se reducirá un 60% hasta que los militantes de Vox regresen.

El pasado 20 marzo, un civil de 64 años se convirtió en el inesperado miembro 6.001 del selecto club de personas que han sido “eyectados” por su asiento de un avión. Lo más asombroso es que este hombre accionó accidentalmente la palanca que hace que salga disparado el asiento, y puso en peligro al piloto del caza militar que pilotaba la nave. El anónimo –y torpe- civil recibirá en su casa una corbata y un pin acreditativo de su incorporación al Ejection Tie Club, un club fundado en 1957 por el fabricante de asientos eyectables Martin Baker.