La mayoría de los robots son blancos y una simple busca en Google Imatges lo corrobora. Puede parecer un hecho irrelevante, pero un estudio desarrollado por un profesor del Laboratorio de Tecnología de Interfaz Humana de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda, pone de manifiesto que los prejuicios racistas que desarrollan los humanos sobre los suyos iguales los aplican también en los robots. entre todos los participantes sólo el 11 por ciento no pudo determinar la pertenencia racial del robot.

Una joven gitana es discriminada y humillada en una peluquería: “No atendemos a gitanos porque tienen piojos”, aunque tras la queja de la chica reconocerá que es mentira lo de los piojos pero no quiere que “los gitanos manchen la buena reputación de su centro de belleza".

La corrección política y los mensajes anti-racistas y anti-xenófobos son muy importantes en la actualidad, pero la forma de emplearlos y adaptarlos al cine muchas veces no transmiten el mensaje más apropiado. Puede que un análisis objetivo de aspectos estructurales de la película muestren unos valores contradictorios.

En este vídeo un chino habla del racismo en España y de una experiencia que le dejo paralizado. Después se pone a hablar del movimiento contra el racismo en el hip-hop español.

En declaraciones para Público, un hombre empieza a exponer los motivos que le llevan a votar a Vox, el partido de Santiago Abascal.

Todos recordamos la pareja viral que se juró amor eterno. Las fotos fueron compartidas por la página de Shute y Mula de Guatemala. Desde el primer momento en que se dieron a conocer las fotografías de la boda, el racismo se hizo presente.

¡El Orgullo ya tiene su súperhéroe! Rainbow Boy era Jay Watson, un adolescente amante de la radio (trabajaba en el Wizard Kid Radio Program) y la electricidad que llevaba una doble vida y logró adquirir extraños poderes relacionados con la luz y el arco iris. En ocasiones, en sus apariciones lo acompañaba un compañero, Hydroman. Durante el día volaba a la velocidad de la luz mientras arrastraba un arco iris que podía usar como un objeto sólido para sostener las cosas, formar barreras y escudos o atrapar a los malhechores.

Como se que hay alguno por ahí que ve con buenos ojos, o con ojos impasibles, las declaraciones de cierto partido, vamos a hacer un ejercicio de sustitución de «LGTB» por «Negros». Solamente los titulares, para que veáis que somos buenos.

Vídeo del escritor Marlon James en el que habla de la necesidad de ser antirracista, es decir, abandonar la pasividad e iniciar el activismo contra la discriminación.

Ayer por la mañana me enteré de que la directora de moda de Vanity Fair, Beatriz Moreno de la Cova, había sido ajusticiada en uno de estos autos de fe digitales de nuestra época. Un acusador anónimo -así funciona la Inquisición- que se esconde detrás de la web esracismo.com ha dictaminado con escalofriante certeza que Moreno es racista y ha dado la voz de alarma. Procedo a describir el crimen: Moreno, asistió a la semana de la moda de París, y comentó en directo que "veo igual a todas las chinas..."

La serie de HBO comienza recreando este conflicto racial que dejó centenares de afroamericanos muertos y a miles desamparados en 1921.

Mario Balotelli agarró la pelota con las manos para, justo después, chutarla hacia las gradas con la misma fuerza con la que el balompié debería patear el racismo

En los Estados Unidos era tremendamente popular, desde finales del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, el lanzar pelotas a la cabeza de un hombre negro. Ambos ganaban. Unos se llevaban un premio y los otros un traumatismo craneoencefálico. Lo que se llama un intercambio justo. Por unos centavos, uno podía probar su puntería lanzando con fuerza pelotas de béisbol a la cara de un hombre que intentaría esquivarlas. Tan solo tenía tres oportunidades.

Para el autor Hugo Canuto, 'Cuentos de los Orixás' es una contribución para la lucha antirracista en Brasil, donde "la herencia de la esclavitud continúa moldeando la sociedad hasta el día de hoy".

Jaime Román, un ciudadano que a priori ni simpatiza ni deja de simpatizar con el racismo, ha denunciado esta mañana en una rueda de prensa que hay cada vez más antirracistas paseando su odio a cara descubierta y señalando a los racistas para que los linchen. “¿Ser racista es malo y sin embargo ser antirracista no lo es? ¿Cómo podemos justificar ese doble rasero?”, ha declarado ante los medios, añadiendo que los partidos políticos de izquierda están alentando este tipo de actitudes discriminatorias.

El problema es llamarlo “devolución en caliente”. Así dicho, suena a calentón. A te echo por negro. Por pobre.Por piojoso. Es una cuestión nominal, nada más. Una elección sintáctica sin duda desafortunada. Consultar a la RAE o mandar a Pérez-Reverte a la valla de Melilla para que haga trabajo de campo. Seguro que a él, que derrama gracejo léxico, se le ocurre una manera de llamar a “eso”. Porque el “eso” está claro: coges un negro y, sin que toque el suelo, lo mandas por donde ha venido. Lo que en baloncesto de toda la vida se ha llamado tapón.

Conscientes de que no tienen que seguir cubriéndose la cara porque gozan de total impunidad, los miembros del Ku Klux Klan han presentado esta semana su nueva vestimenta en un evento celebrado en el estado de Minnesota. La organización racista ha decidido abandonar su tradicional sábana blanca para empezar a lucir un uniforme con camisa azul y pantalón y botas negras.

Las luces de La Casa Blanca apagadas y Trump escondido en el búnker. El año 2020 es insuperable.

Cuando el temor se contagia por las brutales imágenes que llegan a través de los medios, los españoles se dicen a ellos mismos que «aquí tenemos la Constitución, somos una democracia consolidada y gente abierta». Les tranquiliza también pensar que «aquí no tenemos a Trump». «En España no puede haber ese racismo porque no hay negros, así que para que no haya racismo solo tenemos que procurar que no haya negros y, si hay alguno, pues se le echa con los mecanismos democráticos que sean para que no haya problemas de racismo», concluye la ciudadaní

En el caluroso agosto de 1930, el sheriff Jacob Campbell y un puñado de sus hombres detuvieron a tres adolescentes afroamericanos en Marion, Indiana. Según cuenta el historiador James H. Madison en el ensayo “A Lynching in the Heartland”, James Cameron de 16 años, Abraham Smith de 19 y Thomas Shipp de 18 años fueron acusados de violar a Mary Ball de 19 años y de atacar a su novio Claude Deeter. Holiday probaría con su propia interpretación de “Strange fruit” y la haría madurar hasta alcanzar el tamaño definitivo que conserva en la historia

Las revueltas raciales en Estados Unidos no llegan en un momento cualquiera. Tras casi cuatro años de mandato de Trump, el país ha sufrido un retroceso que ha llevado a capítulos lamentables como la marcha racista de Charlottesville y la muerte grabada en vídeo de George Floyd, que han desencadenado una nueva ola de protestas en plena crisis mundial del coronavirus, apareciendo de nuevo el movimiento Black Lives Matter. La percepción colectiva de que el gobierno es permisivo con este tipo de comportamientos y el racismo endémico en algunos

Un supremacista blanco acosa a un asiático... Lo que ocurre a continuación te sorprenderá.

Myriam, una joven francesa explica que «entró en shock» cuando vio que en las tiendas de chuches españolas vendían unas chocolatinas llamadas Conguitos en los que se utilizaba unas caricaturas de unos “pequeños congoleños” (...) Miryam y otras 324 personas, piden al fabricante, Lacasa, que retire los Conguitos de las tiendas y que «pida disculpas públicamente a la población negra», por los casi 60 años de «racismo cultural».

La leyenda del boxeo Mohamed Alí, quien murió en 2016, explicó en una entrevista con la BBC en 1971 cómo solía preguntarle a su madre sobre la imagen de los blancos. En su conversación con el periodista Michael Parkinson, Alí cuenta que era un niño curioso que notó la gran cantidad de objetos y personas blancas en la literatura, los medios de comunicación y hasta en productos para el hogar, y se preguntó por la ausencia del color negro. Además de boxeador, Alí fue un activista defensor de los derechos civiles. Murió en Phoenix a los 74 años.