Aunque los gatos que viven exclusivamente en interiores tienen un menor riesgo de contraer parásitos en comparación con aquellos que salen al exterior, aún pueden beneficiarse del uso de antiparasitarios. Y es que, las personas podemos ser un vehículo para los parásitos y agentes infecciosos de otro tipo capaces de llegar a tu gato y comprometer su salud.