Llega el verano: relax, horas de sol, de terraza, de encuentros con los amigos y de bañarse un poco. Sea en la playa, en la piscina o en la alberca de la huerta, todo el mundo tiene derecho a ponerse en remojo para refrescarse. Se abre así la temporada de bañadores y cada cual despliega su armario veraniego para impresionar a los vecinos de toalla y sombrilla. Unos te alegrarán la vista y otros preferirías no haberlos visto jamás: si los perros tienen parecido con sus dueños, estos bañadores podrían definir perfectamente cómo es su portador.