En Silicon Valley, en la bahía de San Francisco, entre Facebook, Google y Netflix, caminan una buena parte de los defensores de la teoría de la singularidad tecnológica. Entre ellos está Anthony Levandowski, un polémico ingeniero conocido por sus trabajos pioneros con vehículos autónomos. Él lo tiene claro, cuando llegue el día de la singularidad, las máquinas sabrán que él ha estado siempre de su lado.