(...) En la mayoría de las series, se pasan toda la trama y todas las temporadas mareando a los personajes, haciendo que tonteen hasta la asfixia sin decidirse jamás; eso mantiene al público en el vilo romántico y en el corazón en la boca hasta el final, cuando se juntan. Y comieron perdices. Eso es lo que nos engancha, que comieron perdices, porque hay un montón de dificultades y al final son felices.

Entonces llegó Chandler Bing. 'Friends' no era suya, pero se apropió de ella rápidamente. En el séptimo capítulo, el del apagón, se queda encerrado en un cajero con una supermodelo y el resto es Historia. El nerviosismo le consume, cada frase que pronuncia es peor que la anterior ("un chicle sería la perfección"), busca refugio en sus amigos y el humor es la única vía que encuentra para lidiar con sus dudas, sus errores y, sobre todo, sus inseguridades. En ese momento pensé, millones pensamos: "Este sí soy yo". Mejor dicho: "Como este sí puedo

La figura del narcotraficante colombiano se mantiene viva en el imaginario popular, a pesar de que dejó una estela de muerte y violencia en su país.