Dice el chiste que iban una madre y su hijo en el tren y el niño, con la cabeza fuera de la ventanilla, le iba diciendo: - Mira mamá, una vaca. - Mira mamá, un hombre en bici. - Mira mamá, una barandandandandandandilla. Me he acordado de este chiste al buscar como titular este post en el blog. Esta barandilla me la he encontrado en una de las escaleras que bajan de la Avenida de la Facultad Veterinaria al paseo de Papalaguinda.

Fabio Wibmer, un ciclista austríaco, decidió coger la bici y ponerse a circular sobre la barandilla de seguridad de la presa de Kolnbrein. La anchura de la barandilla es solo ligeramente superior a la anchura de la rueda de su bicicleta. Asegura que tuvo que intentarlo siete veces antes de conseguir cruzar la presa.

Podríamos pensar que contemplar vistas desde un cristal puede ser cómodo. Lejos de esto, en ocasiones hay increíbles vistas que se contrastan con una experiencia vertiginosa con abismos o el vacío bajo los pies. ¿Subirse a un ascensor con suelo transparente o tirarse por un tobogán de cristal a cientos de metros de altura es seguro? Totalmente seguro, pero es poco recomendable si sufres vértigo. Prepárate para un recorrido de altura y para disfrutar de vistas espectaculares en sitios que ponen los pelos de punta. ¿Estás listo para un paseo al

Una breve recopilación de barandillas curiosas, desde fusión con arte urbano hasta barandillas que nos sugieren símbolos fálicos. De todo un poco para relajar un poco estos días de vuelta al trabajo.

El karma funesto de esta mujer también puede incluirse en los primeros puestos de personas que tienen un mal día. Las imágenes de una cámara de seguridad, en una calle de la ciudad de Zhejiang (China), captan la ‘hazaña’ de la pobre señora intentando sortear una barandilla que se interponía en su camino.

Magaluf. Jack, un joven británico de 23 años, ha relatado en un programa de la BBC cómo estuvo a punto de morir al caer de un segundo piso y cómo se enfrentó al calvario de la recuperación "Después de salir por Punta Ballena, volví al hotel con mi amigo Mike. Me dejó en la habitación. Por lo que puedo recordar, salí fuera a fumar. Mientras estaba fumando, empecé a vomitar. Y, mientras vomitaba, me caí del segundo piso.

Se llama Wansheng Ordovician y se encuentra en el municipio de Chongqing, en el centro del gigante asiático. Allí, entre precipicios de vértigo y paredes rocosas, los visitantes atraviesan puentes tibetanos sin sostén para agarrarse o pasarelas de cristal a 300 metros de altura.

Los balcones de los hoteles de Benidorm rebajarán la altura de sus barandillas. Esta es la última medida adoptada por el sector para intentar convencer al Reino Unido de que active antes de finales del mes de julio el semáforo verde para la Costa Blanca como destino seguro. El gobierno de Boris Johnson no se ha despeinado y descarta abrir las fronteras con la Comunidad Valenciana a partir del 28 de junio, en lo que ha supuesto un duro golpe para las aspiraciones del sector turístico.

Barandillas de pesadillas. Valga esta rima fácil para mostrar una colección de barandillas que, más que elemento de protección, constituyen un plan de ataque al sentido común. Empezamos "suave", con un pasamanos de escalera poco afable con los sistemas de prevención contra el fuego. Señores arquitectos, señores técnicos de instalaciones: no viene mal hablar entre ustedes de vez en cuando.