Los salones recreativos se han convertido con el paso de los años en algo extremadamente raro de encontrar. Aún así, en todas partes del mundo existen personas que tratan de localizar algunas de sus máquinas que nos han hecho pasar tantas horas de diversión con el fin de restaurarlas, conservarlas y, en definitiva, mantenerlas vivas para seguir disfrutando de ellas durante muchos años más...

A lo largo de la costa de Escocia hay un pequeño puerto creado con un único propósito: desmantelar y reciclar grandes barcos. Remolcan los barcos con un remolcador, cierran la compuerta del canal y luego bombean el agua, dejando el barco alto y seco. Luego, los vehículos ingresan al piso seco del puerto y comienzan el proceso de desmantelar y transportar el acero, para cargarlo a bordo de otro barco, que se lleva el acero para fundirlo y reutilizarlo, para automóviles o quizás barcos nuevos.

A esa hora fatídica en que suelen sonar todas las alarmas en los puertos de recreo, sobre las 07.15 horas del día 9 de abril de 2017, domingo, se inició, o eclosionó, todavía no está claro, un incendio en el Puerto Fórum, Port Fòrum, de Barcelona. El fuego apareció en un barco, del que salió una pareja despavorida, y rápidamente se extendió a otros barcos cercanos. Una historia bien conocida. En célebre frase del capitán Alfonso Echegaray, cuando se desata un incendio en un puerto “no se queman unos cuantos barcos, se salvan todos los demás”.

La del TSS Duke of Lancaster es una historia de barcos, cazadores de tesoros y cofres repletos de maravillas, aunque en este caso el cofre es el propio barco y el tesoro poco tiene que ver con doblones o ducados de oro. Quizás suene raro, pero es que esta peculiar aventura marina poco tiene de convencional. Por eso vale la pena empezar por el final, por cómo Oliver Moazzezi rescató junto a algunos colegas un fabuloso tesoro compuesto por más de 50 máquinas arcade.

Eres un aspirante a socorrista del cuerpo de guardacostas de EEUU. Estás dentro de una de las lanchas patrulleras, es de noche y te diriges a un salvamento en mitad de un huracán. De pronto el barco se da la vuelta y no ves absolutamente nada, pero en pocos segundos estás bajo el agua.