¿Te encuentras sin trabajo? Imagina apuntarte a la oficina de empleo y que dentro de las profesiones seleccionables estuviesen todo tipo de trabajos relacionados con la marihuana. Quizás este supuesto sea algo utópico incluso en las tierras de Colorado. No decimos nada en España. Entonces imagina entrar en portales específicos donde buscar empleos cannábicos. Estos portales ya existen en EE.UU y uno de los perfiles más demandados es el de catador de maría. Sí, has leído bien.

Si está temiendo volver al trabajo tras las vacaciones, recuerde que puede ser peor. Seis personas nos describen sus oficios, desde el catador de comida de perros al limpiador de escenas de crímenes

Luna Bella asegura que es una experta catadora de semen. Hoy se someterá a la prueba definitiva de su talento. 8 copas y una contiene semen. ¿Será capaz de superar la prueba?

No voy a hablar del espíritu cuñao porque eso ya sería bastante cuñao, pero nadie me puede negar la necesidad y ansiedad imperiosa que reina en nuestros días de ser expertos en todo. Que si el pan con masa madre fermentada en su propio sudor con centeno feliz, que si el gintonic con toda la pirámide nutricional incluida, que si el aceite de aceitunas cogidas a mano y besadas una a una… Que si el vino. Ay, el vino. ¡Viva el vino!

"¿Estás buscando trabajo? Esta es tu oportunidad", indica un video de Divas cuyo anuncio queda un tanto opacado por el meneo de traseros en primer plano que acompaña el texto en forma permanente.

Unas 500 personas se reunieron este fin de semana en un hotel de Seúl, la capital de Corea del Sur, para participar en una curiosa prueba. Superar el test podría otorgarles un título oficial de catadores expertos de... pollo frito. Estos 500 afortunados habían sido seleccionados aleatoriamente de entre 570.000 inscritos para formar parte de este último reto que les permitirá ser certificados como "pommelier":una combinación de "pollo" y "sommelier" (sumiller).

Dice el dicho: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y eso es precisamente lo que ha hecho Ibrahim Sedef, un ingeniero agrícola y apicultor turco que, cansado de que un grupo de osos destrozaran año a año sus colmenas en busca de la deliciosa miel que tanto les gusta, decidió convertir a los animales en sus mejores aliados. Ideó un sistema de cámaras nocturnas para grabar las escenas que se producían en una mesa donde colocó cuatro muestras de la miel que produce, desde la más cara y deliciosa a la más barata para comparar su reacción.