Si buscabas trabajo en el siglo XIX en Inglaterra existía la posibilidad de que encontrases un anuncio algo peculiar en el periódico: "Se busca gnomo de jardín ornamental". La profesión requeriría esencialmente que te convierteses en un gnomo para decorar el jardín de una familia rica, mientras vivías en una cueva (o casita de hobbit, torreta, agujero, etc.) como un ermitaño y deleitando a los visitantes con tu presencia. Todavía hay un buen número de antiguas viviendas de gnomos en Europa, sobre todo en Inglaterra.

Christopher Knight vivió solo durante veintisiete años en los bosques de Maine. Su caso se convirtió en un mito. Muchos dudaban de su existencia. Sin embargo, los pobladores locales compartían historias. Encuentros indirectos. Objetos que se perdían. En ocasiones Knight entraba a sus casas y robaba comida, cervezas, libros, etc. Robaba lo mínimo para no llamar demasiado la atención. Finalmente, la policía lo detuvo en el año 2013. Knight fue sentenciado a siete meses en prisión, luego de que confesara sentirse mal por sus pequeños hurtos.