El ser humano tiene una obsesión por ir cada vez más lejos, más alto y más rápido. Hace mucho que se han superado lo límites que nos dio la naturaleza, pero con un coste financiero -y a veces humano- desorbitado. Ser el más rápido del mundo es un privilegio al que muy pocos han podido optar a lo largo de la historia, pero ese impulso que nos hace querer siempre más también se expresa de formas más humildes.

El actor, que en la última década ha sido más protagonista por las polémicas políticas que por su trabajo como intérprete, se une al reparto de 'Los favoritos de Midas'. Es la ficción de la plataforma encabezada por Luis Tosar y dirigida por Mateo Gil, que anuncia al resto del reparto

Los favoritos de Midas, la serie de seis episodios dirigida por Mateo Gil y protagonizada por Luis Tosar que Netflix acaba de estrenar, gira alrededor de un dilema moral. Lo planteó en 1901 Jack London en el relato que inspira este proyecto. Un empresario de éxito es chantajeado por unos seres anónimos que amenazan con asesinar a una persona elegida al azar si no paga cierta cantidad de dinero en un plazo concreto de tiempo. Cuando se cumpla ese plazo, esa persona, sea quien sea, morirá, e irán a por otra si el magnate sigue sin abonar.

Un empresario con férreas convicciones morales, un suculento conglomerado mediático, una sociedad en píe de guerra cansada de endémicas desigualdades y un macabro chantaje articulado por enemigos invisibles, poderosos y sin escrúpulos. Estos son los ingredientes principales con los que Los favoritos de Midas, la nueva serie de Netflix, construye un thriller contemporáneo sobre la corrupción -social, económica y moral- en el que pocas cosas son blancas o negras y en el que impera una amplia gama de grises que acaba arrastrando con todo y con

Midas, una gata que nació con cuatro oreja, en un refugio para mascotas en Turquía. Ha encontrado dueño.

Esta gatita de Angora (Turquía) con cuatro orejas se ha vuelto viral en las redes sociales. Su propietaria, Canis Dosemeci, se enamoró de ella a primera vista y la adoptó, preocupada de que su peculiar condición redujera las posibilidades de adopción. Pese a todo, el tener cuatro orejas no le afecta la salud o capacidad auditiva, según su veterinario, quien además menciona que, al tener una mandíbula más ancha, la punta de su lengua siempre es visible.