Está harto de tener que pagar para llevar a cabo su fantasía, la cual es demasiado simple para describirla y demasiado complicada para confesarla. Él es un tipo normal de los que se levantan cada mañana a las 6:00 am, toma un desayuno ligero, hace ejercicio, se ducha, a veces se masturba imaginando esa parte…

La eproctofilia es una de las parafilias sexuales que podrían causar asco en otras personas. Es conocido como el comportamiento que consigue excitación por medio de la aerofagia de otras personas, más específicamente por medio de los gases intestinales, lo que suele atraerlos a congresos anuales de fabadas.

Este se define de la siguiente manera; excitación al introducir el pene a través de un agujero cortado en la zona genital de una foto o dibujo. Existe también, en su versión femenina, lo que se conoce como fúrtling regresivo o inverso y consiste en incorporar un pene artificial a la foto o dibujo para que pueda ser introducida.

En cuanto al sexo, las diferencias individuales imperan, pues cada uno de nosotros tiene gustos distintos y nos excitamos por distintos motivos. El sexo se vive desde la intimidad, de una forma privada y personal. En esa intimidad podemos ser capaces de dejarnos llevar por nuestros pensamientos eróticos. En ese momento, la mente, el cuerpo y las emociones se fusionan, llevándonos incluso a disfrutar de situaciones prohibidas.

El fundador de la empresa, Shin Takagi, cree que su negocio es una manera de ayudar a gente que “exprese sus deseos legal y éticamente. No merece la pena vivir si tienes un deseo reprimido”. El creador del negocio asegura que su idea sirve para evitar ataques reales a menores: “A menudo recibo cartas de clientes. Me dan las gracias por mis muñecas, que les sirven para no cometer un crimen”.

Cada vez son más los hombres que se excitan sexualmente vistiendo como muñecas de latex hipersexualizadas. La extraña filia de las Rubber Dolls no está vinculada necesariamente con la homosexualidad, de hecho parece ser que lo que más abunda aquí son hombres heterosexuales casados y con hijos...

Raül Calabria, se introduce en el mundo de los fetichistas del látex españoles durante unos días, llegando a enfundarse un catsuit completo, para intentar experimentar las sensaciones que provoca estar enfundado en una segunda piel de goma.

Artículo acerca de la comunidad de adultos que, rechazando tener nada que ver con la pederastia, desarrollan una sexualidad fetichista o una relajación del estrés mediante objetos y actividades relacionados con comportarse como o fingir ser niños, o encontrando placer en la textura, el sonido o la sensación de ropas y elementos asociados con ellos, en particular los pañales.

El gozar con ser mirado, no es más que exponer las partes del cuerpo consideradas prohibidas por la cultura y casi siempre por la ley; y sentir muchísimo placer al hacerlo. El morbo, el pudor, las inhibiciones sociales y sexuales, el deseo y otras condicionantes personales orientan esta exhibición hacia ámbitos distintos, con diferentes niveles y matices

¿De qué estamos hablando? El ambiente, el lugar y accesorios como por ejemplo esta cápsula que haría la experiencia mejor... Hoy os contaremos un poco sobre la nueva tendencia sexual: "Passion Dust" (Los polvos de la pasión)... ¿A qué esperas?

Se consideran 'parafilias' aquellas prácticas por las que determinadas personas encuentran placer a través de experiencias que no están específicamente relacionadas con la cópula o el acto sexual convencional. Alrededor de las parafilias hay infinidad de prácticas que, a ojos de quienes no las conocen o realizan, pueden parecer extrañas e incluso escatológicas. A continuación podrás conocer media docena de las más curiosas y bizarras que existen.

Los caminos tortuosos del cerebro una vez se muestran oscuros e impredecibles, convirtiendo sucesos que marcan la vida de las personas en impulsos que pueden llegar no solo a proporcionar placer, sino a convertirse en la ùnica forma de obtenerlo.

Las parafilias son patrones de comportamiento sexual que no tienen por qué ser peligrosas ni necesariamente implicar una patología, aunque algunas de ellas son ciertamente extravagantes y hasta frikis.