Desde que el hombre es hombre, no ha parado de crear cosas nuevas, a veces desde cero y otras mezclando elementos existentes; ya sean helado y fabada, o westerns y robots futuristas. Los músicos también toman la peligrosa senda del mestizaje en busca de sonidos nuevos, o con la intención de llegar a un público más amplio. Y a veces sale bien y a veces sale mal. Perrear al ritmo de la palabra de Jesucristo; rancheras en euskera o cualquier cosa que pase por las manos de Pitingo son marcianadas musicales que nuestros oídos se pueden ahorrar.

Puede parecer ficción, pero es una historia muy real. Y alucinante: la de las melodías mexicanas que en la Yugoslavia de los años 60 coparon las ondas de las radios, y los jóvenes que hicieron cola para comprar vinilos en cuyas portadas aparecían músicos tocados con sombreros de ala ancha y vestidos de charro. Mariachis de apellido eslavo que triunfaban a base de corridos en serbocroata. Bienvenidos a la época dorada del Yu-Mex, el estilo que resultó de la adaptación de la música popular mexicana por cantantes y músicos de la antigua Yugoslavia

Recordamos al cantante y compositor mexicano que nació el 19 de enero de 1926, y murió el 23 de noviembre de 1973. Jiménez compuso sus historias, reconstruyó la historia de México y puso sobre el tapete la cotidianidad de América Latina.

Ranchera interpretada por la cantante "La Hija Del Mariachi"

Se te hizo fácil echarte a otro, y las mentiras eran todas por negocios. Nunca pensaste qué pasaría, me di cuenta de todas las porquerías que tú hacías.