Hay maneras y maneras de decir que algo no te importa nada en absoluto. Las hay finas y educadas, y las hay más contundentes, como esta. Las finas son más respetuosas, sí. Pero donde esté una buena grosería, que se quite la tibieza de las buenas formas.

Dos viejos dichos relacionados con el comer cuyo origen descubrimos hoy.

La llamada "sabiduría" popular ha forjado a lo largo de los siglos incontables dichos y sentencias de juicio sobre pueblos y ciudades de la geografía nacional. Gran parte de estos refranes contienen una potente carga ofensiva, especialmente de índole machista. Y en los grandes países civilizados, lo más de lo más en insultos (del "motherfucker" sajón al "me cago en tu puta madre" ibérico) es meterse con la mamá, la hermana o la mujer de uno. Muy triste, sí, pero cierto.

El catalán trabajador y que razona no existe, como en el resto de España, las ganas de beber y follar imperan en sus corazones.

Nuestro refranero es amplio y sabio, también en cuanto al vino se refiere. No es de extrañar porque forma parte de nuestra cultura y de nuestra vida cotidiana desde el principio de los tiempos. Aunque son muchos los refranes que hablan del vino, hemos seleccionado estos 100 que nos han parecido más curiosos.

La felicidad es: buena salud y mala memoria.

Emiliano Jiménez nos descubre el porqué de algunos de los dichos más populares, de dónde proceden y cuál fue el motivo por el que se popularizaron.

A continuación encontrarás 100 refranes sobre el vino; algunos lo veneran y otros alertan de sus peligros, pero todos coinciden en su ingenio.

Dime qué distro usas y te diré quién eres.

Hay una serie de modismos que es interesante conocer para comprender correctamente a los nativos angloparlantes. Estos son algunos.

El proverbio “como Pedro por su casa” es de uso muy común dentro de los contextos y situaciones sociales más variados. Lo que expresa es la familiaridad y confianza que una persona exhibe en un lugar que, en un principio, desconoce.

Las nuevas generaciones también tenemos nuestro propio glosario de refranes, nacidos en su mayoría del mundo friki, puesto que el cine y la televisión han calado hondo en el imaginario millenial y colectivo.

La expresión “poner a alguien mirando pa’ Cuenca” tiene su origen en Madrid y no es más que una adaptación geolocalizada de una expresión anterior: “poner a alguien mirando hacia La Meca”, es decir, a cuatro patas, en la postura que adoptan los musulmanes cuando rezan hacia La Meca. Ahora bien, la frase es técnicamente impecable cuando se pronuncia desde Madrid o incluso desde Galicia. Pero si pones a alguien mirando para Cuenca EN Cuenca estará mirando en visión periférica de 360º… ¿una cama giratoria?, ¿acaso un polvo en gravedad cero?

Tengo una amiga guionista que usa muchos dichos pegadizos, castizos, que a veces sobrepasan lo políticamente correcto. Yo creo que se los ha pegado su marido, que a su vez los heredaría, digo yo, de su padre, que los trajo al presente desde otro siglo. Entre todas esas frases hechas que usa mi amiga porque son divertidas, hay una que me encanta y que a veces uso yo misma: “¡vaya tres días que llevo hoy!”, otra que es muy maja también es la frase “esto no lo sabe ni el fosforero de Las Rozas”. ¿Quién es este fosforero fascinador?

Las sentencias de nuestros tribunales guardan muchas curiosidades, entre ellas, el poder encontrar refranes populares.

Estos días corren por las redes cientos de 'memes' e imágenes con referencias al temporal de frío que está dejando incluso 20 grados bajo cero en la provincia de Teruel. En muchas de ellas, incluida una viñeta rescatada de Antonio Forges, aparece un grajo directamente caminando por las calles o con gorro y bufanda. Explican los expertos de la Sociedad Española de Ornitología que los grajos pueden volar hasta por encima de los 1.300 metros, pero que en invierno suelen hacerlo por debajo de los 400 metros porque las bajas temperaturas dificultan

A cada tipo de emprendedores, le viene bien un refrán concreto. ¿Cuál es el tuyo?

Es muy buena noticia que haya más partidos de izquierda. Ojalá hubiera muchos más. Es un movimiento astuto por parte de la izquierda española. Si con un partido, hipotéticamente hablando, la izquierda acapara un millón de votos, con dos partidos hablaríamos de dos millones de votos. Es una solución que augura una victoria aplastante.