Querido Jorge Cremades. Esta mañana he desayunado leyendo tu entrevista en El Español y te escribo para darte el pésame. La periodista, una mujer (¿estaba buena?) te ha puesto un poco contra las cuerdas, ¿no? Bueno. Lo de ponerte contra las cuerdas es ser demasiado suave y sé que a ti que gusta más lo de ser directo. En realidad lo que quiero decir es que te ha atropellado. Esta periodista te ha pasado con un camión por encima mientras tocaba la bocina al ritmo de la gosadera con el brazo apoyado en la ventanilla abierta