Así fue el accidentado adiós a la réplica del Santísima Trinidad, un inquilino que durante seis años ha estado atracado en el Puerto de Alicante y que esta semana, por fin, se ha despedido de la ciudad después de que la Autoridad Portuaria decidiera no renovar la concesión que expiró a finales del año pasado, tras una inspección de Capitanía que recomendaba su reparación.