Sellotape selfie es una nueva moda que consiste en envolver tu cara con celo, deformándola por completo. Está inspirada en una escena de la película "Dí que sí" de Jim Carrey. El movimiento fue iniciado por una joven y ha arrasado las redes sociales, consiguiendo más de 160.000 me gusta .

El amor está bien si logras no convertirte en un capullo.

El primer momento en el que conoces a alguien es crucial para hacerte una idea de cómo es el desgraciado que tienes delante. Estos instantes son como minuteros forjados en los más ignotos metales preciosos, son segundos que valen más que tu vida entera. Cada detalle es importante y puede engrandecerte o hacerte parecer el más exquisito de los capullos. A algunos nos importa una mierda lo que piensen de nosotros pero a veces es importante dejar una buena impresión en las personas, como cuando quieres conseguir trabajo o preñar a una mujer.

Una tarde tranquila en un embarcadero. Una chica saludando efusivamente a unas amigas al otro lado del canal. Y un gracioso que quiere hacer la bromita con sus colegas y tirar al agua a la despistada muchacha. Pero el chaval no sabía cómo se las gasta ‘Satan’.

El otonamaki es lo último para combatir problemas psicológicos como la tensión, la inseguridad y los miedos y también es efectivo contra la rigidez corporal.

¿Qué tienen en común Steve Jobs, Jeff Bezos, Leonardo DiCaprio, Cristiano Ronaldo, Donald Trump, Pablo Motos o (inserta el nombre de tu jefe)?. Todos son tipos exitosos. Y todos son unos gilipollas de manual. El mundo actual no está hecho para las almas caritativas. Todo es competición. Darwinismo emocional extremo. ¿Eres bondadoso? Allá tú, pringado. La mayoría de personas que conozco a las que la sociedad consideraría “exitosas” son, en mayor o menor medida, unos capullos desalmados.

Según el CIS, con el 90% de los españoles no se puede hablar "porque no vea cómo se ponen"... Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentada esta mañana confirma que el detonante del 85% de las discusiones que tienen lugar en España es el otro, que es “un capullo”. Del resto de disputas, el 10% se origina porque “tengo paciencia pero hasta cierto punto” y un 5% “porque es el único lenguaje que entiende”.

No los ves, pero están por todas partes. Te persiguen en los multitudinarios e innumerables grupos de WhatsApp. Te vigilan en las sombras en tus breves incursiones en Twitter. Te señalan con índice de fuego cada vez que osas cometer una falta de ortografía. Se distribuyen por doquier, cual mente colmena, y actúan con la contundencia de la Gestapo. Una Gestapo ortográfica. Ser un puntilloso en la materia no habla muy bien de ti. Y no lo decimos nosotros. Lo dice la ciencia.