Acontecimientos trágicos han provocado que, a la hora de embarcar, las normas sean cada vez más estrictas. Hoy nos resulta imposible entender que antes pudiera fumarse dentro de un avión o que los sistemas para controlar el pasaje fueran tan laxos que no hiciera falta ningún tipo de identificación oficial. Por eso es tan llamativa el vídeo mostrado en redes sociales en los que puede contemplarse a un pasajero que, en 1962, en Gran Canaria, embarcaba con una piña de plátanos como equipaje de mano.

Tay Boon Keh, de 66 años, trabajaba como encargado de equipajes en el aeropuerto internacional Changi, de Singapur, y entre noviembre de 2016 y febrero de 2017 cambió las etiquetas pegadas al equipaje facturado en los mostradores, redirigiendo decenas de maletas a otros destinos y fastidiando los viajes de numerosos pasajeros.

Tanto la Unión Europea como las aerolíneas internacionales siguen en pie de guerra por un tema que lleva levantando ampollas tanto a pasajeros como a empresarios del turismo en los últimos años: el equipaje de mano. Sea por su tamaño o por las tarifas este tema ha sido motivo de debate recientemente a raíz de una resolución del Parlamento Europeo que se pronunció contra la imposición de un coste extra por este servicio. Ahora mismo no existe ningún estándar oficial que establezca el tamaño, el peso o el precio de facturación del equipaje de...