Niños que piensan que se han escondido bien... pero resulta que no se han escondido tan bien como pensaban. Vía @Albamaf: twitter.com/Albamaf/status/458972400109879297

Hace cosa de un mes, el Huffington Post, publicaba la traducción de un post con el llamativo título " Los niños de tres años son imbéciles ". La semana pasada, el Huffintong post, publicaba otro artículo, en esta ocasión, titulado " Estoy harta de hacer que la infancia de mis hijos sea mágica". Pues yo, me reivindico de nuevo como una buena madre, una madre que quiere que la infancia de sus hijas sea mágica, quiero que tengan recuerdos únicos en los que aparezcan sus padres y, si para ello tengo que hacer cupcakes con 18 toppings diferentes, o

no somos nostálgicos, más que nada porque no hay nostalgias como las de antes

Hablamos de Notch como el creador de uno de los juegos más exitosos de esta década. Vendiendo más de lo que esperó jamas y siendo así, vamos a hablar sobre su infancia que como el comenta fue bastante difícil. A sus 7 años se mudaron a Estocolmo y pocos años después sus padres se separaron por problemas relacionados con él, su padre fue a parar a una cabaña en el campo y después de unos meses junto con su adicción a las drogas, debido a su gran depresión, fue a parar a la cárcel. Declara que este periodo de su vida fue un tanto inestable.

La rutina nos mastica sin piedad y llega un día en el que te haces esta pregunta: ¿cuándo fue la última vez que hice algo por primera vez? En la infancia todo eran sensaciones nuevas, situaciones nuevas, desafíos nuevos y sin embargo, tras años buscando la seguridad caemos en la cuenta de que nos falta algo.

Un día vas al super en busca de ese producto que consumes con asiduidad y te encuentras la estantería completamente vacía. Vuelves al cabo de unos días, de unas semanas, lo buscas en otros supermercados convirtiéndose en una obsesión… hasta que te das cuenta que ha desaparecido sin dejar rastro y nadie sabe darte la mínima explicación. Hoy hemos recopilado diez alimentos de la etapa EGB que desaparecieron dejándonos para siempre con las ganas.

A veces, las cosas sencillas son las que más emocionan y las que crean los recuerdos más preciosos e imborrables. Relato de una infancia en un pueblo.

Intento hacer visible la perspectiva de los jóvenes.

Shona decidió el día de su boda que quería que su hijo recien nacido caminase con ella hasta el altar. Para poder caminar a la vez decidió atar a su hijo a la cola de su vestido. Esta noticia ha generado un gran revuelo por lo ocurrido y se pide que actúen las autoridades de protección de menores. Tras la polémica la madre afirma no estar arrepentida:"Nosotros hacemos lo que queremos cuando así lo queremos, siempre que Jesús esté de nuestro lado todo nos va a salir bien”.

En los últimos años el artista estadounidense Jason Freeny, residente en Nueva York, se ha dedicado a diseccionar a algunos de los personajes infantiles más populares de las últimas décadas, como Barbie, Super Mario, Hello Kitty o Mickey Mouse. (Todas las imágenes son cortesía de Jason Freeny - www.moistproduction.com)

De la televisión pueden decirse muchas cosas, la mayoría malas, pero hay algo que sin duda lleva proporcionando desde hace décadas: recuerdos felices asociados a la infancia. Quizá es que todo lo que recordamos de nuestros primeros años tiene un color dorado, pero hay músicas que salen del televisor durante esa época y que no llegamos a olvidar jamás. Por algún motivo, las sintonías musicales despiertan inmediatamente los resortes de nuestra memoria. He aquí unas cuantas sintonías que recuerdo particularmente...

Recopilación de 30 imágenes de gente en su infancia y reproducidas de adultos tal y como fueron originalmente tomadas.

Es ley de vida. Todos nos hacemos mayores. Hasta los ídolos de nuestra infancia. Justin Bieber, algún día, también envejecerá, y no sabemos qué aspecto tendrá. Tal vez se convierta en un hombre atractivo, pero también puede que los años de excesos acaben pasando factura, que la genética se cobre su precio con su cabello o que demasiadas hamburguesas acaben con su tipito.

Magic Delta Fest, en Sf. Gheorghe, Rumanía.

Los niños de ahora se rigen por la comodidad y la rapidez. Las nuevas tecnologías les dan acceso a un mundo más amplio y visual con el que todo, absolutamente todo, parece más fácil. No hay rincón para la imaginación porque todo queda ya demasiado explícito. ¿Dónde queda ahora el misterio, dónde la sutileza y el descubrimiento? Cinco sencillas estrategias que pueden ayudar a fomentar la lectura de los niños desde la más temprana edad.

Un tamagochi, un pañuelo, un anillo o unos tazos son capaces de llevarnos a un pasado que algunos tuvimos el gusto de disfrutar. He mirado hacia atrás como Luz Casal y quería compartirlo.

Marcaron la infancia, la adolescencia y la juventud de varias generaciones. series como ‘Friends’, ‘Sensación de vivir’, ‘Padres forzosos’ o ‘El príncipe de Bel Air’ se han convertido en clásicos eternos de la pequeña pantalla. Disfrutamos con las peripecias de Monica Geller y sus amigos, sufrimos con los amoríos de Brandon Walsh, nos enternecimos con el ‘tío Jesse’ y la pequeña Michelle Tanner o nos desternillamos con las ocurrencias de ‘Will’ y la desesperación del ‘tío Phil’.

El tiempo pasa y las cosas que nos parecían molonas y modernas ahora son incomprensibles para las nuevas generaciones. Frases, latiguillos y expresiones que antes decíamos todos han quedado desfasadas y se han convertido en una especie de código secreto de los que vivimos aquellos años.

(trad.) Si en vuestra casa suenan frases como: "vete a jugar a otra lado", "un libro es suficiente, vete a la cama", "quién dejó sus calcetines en el salón", "no uses tanto papel higiénico"... quizás os estáis convirtiendo en auténticos padres heavy metal!

Esas cosas que nos encantaba hacer a pesar de ser un poco asquerosillas, hoy ni se nos ocurriría hacerlas.

Estos últimos días circula profusamente por Twitter la fotografía que aquí adjunto. Unos niños de ¿14? ¿13 años? en el Rijksmuseum de Ámsterdam, sentados con el teléfono móvil en lugar de apreciar De Nachtwacht, uno de los cuadros más famosos de Rembrandt. Pero no circula sola: lo hace acompañada de comentarios que en el mejor caso son de asombro y en el peor de enfado o pena. Pues bien, ante esto yo tengo algo que decir: Yo también fui un niño. Y tú también. Hubo un tiempo en el que preferíamos ir a jugar al parque que al Museo del Prado.

No debiera ser sorprendente cuando los bebés se parecen a sus padres biológicos. Pero a veces, el parecido es francamente asombroso, más que padre e hijo. Dicen que la manzana no cae lejos del árbol y estas fotos de hijos junto con imágenes de sus padres cuando tenían la misma edad lo demuestran