El egipcio del Liverpool fue votado el mejor jugador del año en Inglaterra y llevó a su equipo a la final de la Liga de Campeones, aunque quizá su huella más perdurable es la de fomentar una imagen positiva del islam: no esconde su fe musulmana y reza cada vez que anota.

El diario egipcio Al Masry al Youm desveló que la familia del jugador del Liverpool, Mohammed Salah, sacrificaría tres terneros antes de la final de la Champions, una tradición para bendecir al futbolista y asegurarle que tenga un buen rendimiento. Además, el medio desveló que Salah cumpliría el ayuno del Ramadán, lo cual implica abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol como homenaje a Alá y su profeta Mahoma.

Mohamed Salah tuvo que abandonar el campo entre lágrimas con una posible lesión de ligamentos en la espalda. Un abogado egipcio ha iniciado una demanda por 1.000 millones de euros.

El padrastro del pequeño aficionado ha narrado en su cuenta de Twitter la reacción del delantero del Liverpool.