Me encanta mi barrio. Hace dos años que me mudé y, en aquel momento, no sabía que me estaba trasladando a mi barrio Sésamo particular: Tetuán, en Madrid, una zona humilde, multicultural y lo suficientemente alejada del centro como para permanecer a salvo —crucemos los dedos— de la plaga de apartamentos turísticos.

¿Recuerdas cuando sólo se nos permitía pasear a un kilómetro de nuestra casa, y cuando no había bares, ni restaurantes y sólo algunas tiendas abiertas? Una belleza de estar restringido a vagar nada más que por las calles es que llevó a una mujer a documentar la galería de arte al aire libre en su puerta en el barrio de Tetuán. Lo que descubrió fueron nada menos que 402 obras de arte únicas que adornan cada rincón de su barrio: desde persianas pintadas con los artículos que venden y famosos murales que abarcan cuatro pisos (...)