En cuanto al sexo, las diferencias individuales imperan, pues cada uno de nosotros tiene gustos distintos y nos excitamos por distintos motivos. El sexo se vive desde la intimidad, de una forma privada y personal. En esa intimidad podemos ser capaces de dejarnos llevar por nuestros pensamientos eróticos. En ese momento, la mente, el cuerpo y las emociones se fusionan, llevándonos incluso a disfrutar de situaciones prohibidas.