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El sexo huele a lo que huele el sexo
Cuando éramos adolescentes y la pregunta por cualquier cosa que fuera sexual nos quemaba las entrañas de curiosidad, tanto a mujeres como a hombres, se daba una conversación recurrente entre los varoncitos de mi colegio. Hablaban, como se habla de trofeos, de sus encuentros sexuales con otras chicas a las que nunca habíamos visto. Mencionaban, entre otros detalles que siempre carecían de verosimilitud, el olor. “Olía a pescado”.
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comentarios cerrados
- ¿Qué va a tomar el señor marqués?
- Un solomillo poco hecho y una botella de vino de mis viñedos.
El camarero se pone pálido:
-Lo siento señor marqués, pero el vino de sus viñedos se nos ha terminado.
-Mnnnnn, gñññññññ
- Pero podemos ofrecerle vino de los viñedos de su vecino y mejor amigo el señor conde.
-Mnnnnn gññññññ
- Señor marqués, sus fincas son linderas y es la misma uva, incluso se elabora y embotella en las mismas bodegas.
-Mnnnnnn gññññññññ
- Entre sus viñas y las de su vecino apenas hay un metro.
- ¡EL BOUQUET ES COMPLETAMENTE DIFERENTE!
- Pepepero..
- ¿Qué separación hay entre el culo y el coño?
El camarero se poner rojo, casi morado:
- ¿Uu-un dedo? ¿Dos?
-¡LO VE! ¡EL BOUQUET ES COMPLETAMENTE DIFERENTE!