Más conocido como The Hedgehog (el puercospín), Ron Jeremy, una de las estrellas del porno más famosas de todos los tiempos, vive su vejez reflejado en su propio mito, recogiendo los frutos marketinianos del imperio que creó allá por los ochenta. Nuestra generación, que bebe del porno el internet, tiene como mucho a Rocco Sifredi como referente vintage. Pero habitualmente pasamos por alto a Ron Jeremy, y ahora él se está despidiendo rodeado de un glamour trepidante y jóvenes que lo ven como un freak.
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A tus pies, Ron. Oh capitán, mi capitán.
Pudiera parecer que es más justo porque se exige a los hombres una forma física agradable a la vista, al igual que se ha hecho siempre con las mujeres, pero esto contribuye a crear sino más complejos e inseguridades también en los hombres.
Ninguna industria relacionada con el entretenimiento es más genérica y propensa a mostrar cualquier tipo de físico femenino como la del porno.
Se podrá acusar al porno de muchas cosas, pero no precisamente de mostrar sólo a tías buenas u operadas. Correcto que hay algunas actrices que se operan las tetas o los labios, pero no son todas ni muchísimo menos. Correcto que hay muchas que tienen culos despampanantes, pero tampoco son todas. De hecho, la gran mayoría de actrices porno son mujeres normales, unas flacas, otras con más carnes, unas con tetas gordas, otras con tetillas pequeñas... altas, bajas, feas, guapas, pijas, punkis, jóvenes, maduras...
Siempre lo he dicho: si alguien quiere ver cuáles son los cánones de belleza femeninos REALES de la actualidad, que se fije en las actrices porno que estén en boga en ese momento. Más de uno y más de unA, se llevará una sorpresa al ver culos más grandes de lo que esperaba, barriguitas, tetas de todos los tamaños y, en algunos casos, hasta estrías o celulitis. Cosas todas ellas que no verás jamás en ningún anuncio de moda o productos de belleza para el consumo masivo.