Sobre política y políticos.
15 meneos
84 clics

Obispos: a Dios rogando y con el mazo dando

"¡Ojo, con tocar los sentimientos religiosos!", advertía el obispo. La diatriba completaba la frase citada anteriormente con "que nadie los toque, o si los toca, que se atenga a las consecuencias". Vaya… suena a amenaza, Eminencia. Hay que ver cómo rogamos a Dios, pero con el mazo cerca. Amenazar está muy feo, señores obispos. Procuren tener el mismo respeto que exigen para ustedes y sus fieles, los demás tenemos sentimientos y calidad humana que no están ni un ápice por debajo de los suyos, que no les confunda su complejo de superioridad.

| etiquetas: religión , laicismo , memoria , obispo , córdoba
12 3 2 K 59
12 3 2 K 59
  1. Algunas perlas de este señor

    La fecundación in vitro, calificada por en 2011 de "aquelarre químico".


    En 2010 se apoyó en una afirmación atribuida al cardenal Ennio Antonelli: "la Unesco tiene programado para los próximos veinte años que la mitad de la población sea homosexual". La afirmación es incluso graciosa por lo disparatada.

    Equiparación del aborto con el bárbaro asesinato de los niños Ruth y José (2012). Esta tiene menos gracia.

    Defensa a ultranza del legado franquista (no hace falta especificar año). ¿No ofende los sentimientos democráticos?


    "La ideología de género es una bomba atómica" (2016). Si alguien utilizara esa expresión para calificar a una ideología religiosa, comprobaría la rapidez y eficacia de la justicia española; mientras se refiera a feminismo, socialismo o ateísmo la justicia seguirá descansando plácidamente.


    Crítica de un acto de Estado de homenaje a la víctimas del coronavirus porque no fue un acto católico (2020). ¿Por qué va a tener obligación el Estado de celebrar actos católicos?
  2. Nido de pederastas...
  3. La vanidad es pecado, menudos pedazos de mierda, monseñores que no han sido consecuentes con los mandamientos en su puta vida piden respeto por su religión. En este país se paga el IBI, se reza en privado y se da por culo solo con consentimiento, a llorar al Vaticano.
comentarios cerrados

menéame