(...) La opacidad es la madre de la corrupción (...) Cada partido político define en sus estatutos su forma de organizarse a nivel interno, estatutos que deben adaptarse a lo que marca la Ley Orgánica de Partidos Políticos. En la realidad, en la mayoría de partidos políticos funcionan grupos o “familias” vinculadas a ciertos intereses concretos o a personalismos vinculados con el poder que tienen algunas personas gracias a sus cargos institucionales y a los votantes que aporta a la formación (...) Además de la falta de democracia interna y de p
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Es una paradoja que en una democracia, se vote a partidos cuya estructura interna no es democrática y que además, funcionan en base a intereses opacos individuales del capital que los financia.
Creo que el camino es seguir progresando en auditar la democracia interna y la financiación de los partidos, que son la base de nuestra democracia. Por ejemplo en el 2015 (un año después de la fundación de Podemos por cierto), con la Ley de Financiación de Partidos, se endurecieron las medidas de control y sanciones en caso de incumplimiento de las normas de financiación; con la creación del Tribunal de Cuentas. Con la posibilidad de disolver partidos políticos si se demuestra que han incurrido en financiación ilegal.
Y ciertamente, es importante que cada vez sea menos importante la financiación privada. En Alemania por ejemplo existe un sistema de financiación de partidos políticos basado en fondos públicos para reducir esta dependencia de los partidos políticos de las donaciones privadas.