Dirigentes del PP exhiben su abstención ante el estado de alarma y lamentan que Ayuso torpedee la nueva estrategia. La primera prueba del algodón en el cambio de Pablo Casado, como advertía un presidente autonómico del PP, iba a ser el estado de alarma. Y el líder de la oposición ha demostrado esta semana que el giro va en serio con una enmienda a la totalidad a su postura de los últimos seis meses, esto es, la abstención de su grupo parlamentario ante una medida que en mayo consideraba “una aberración jurídica”.