Las elecciones del 4 de mayo en Madrid se están jugando en el terreno de los estrategas. Hay en este momento seis cuarteles generales en la capital donde se están cocinando relatos, carteles, vídeos, actos... Los motores de estos seis equipos empiezan a bramar sin descanso. Seis nombres dirigen estas salas de máquinas políticas, ellos son quienes se encargan de planificar, aconsejar, animar, analizar, pensar y también reaccionar ante los errores. Entre ellos están jugando una partida de ajedrez.

Si la derecha perdiera en Madrid sería un varapalo enorme para los intereses de su sector más reaccionario. Si gana la pieza a cobrar es el Gobierno central: Sánchez puede arrepentirse de haber dejado viva a la débil Ayuso de septiembre. El problema es cuando unas elecciones te pillan con el pie cambiado. Tanto que el PSOE presenta de candidato a un señor que todos sabíamos que buscaba su retiro como defensor del Pueblo, anuncia a una vicepresidenta que no dejará su puesto de no ganar la Comunidad

El candidato del PSOE para las elecciones de Madrid, Ángel Gabilondo, ha prometido en el inicio de la campaña electoral un complemento extraordinario de 400 euros anuales para madrileños con pensiones no contributivas. Lo ha hecho en los 'Desayunos Madrid', de Europa Press.

Los datos que maneja la campaña del PSOE son malos para el bloque de izquierda: el PP absorbe todo el voto de Ciudadanos y la candidatura de Gabilondo no logra arañar espacio

Entrados ya oficialmente en la campaña madrileña sorprenden poderosamente, por lo insólito, que los anuncios y promesas del candidato de la oposición mayoritaria coincidan casi milimétricamente con las decisiones y los logros del gobierno regional en la legislatura. No subiré los impuestos, mantendré abiertos la hostelería y el comercio, continuaré y conservaré la actividad del hospital Isabel Zendal (al que tanto denostaron), respetaré la libertad de educación y proseguiré con una política económica que ha llevado a Madrid a convertirse en...

El candidato del PSOE insta a una participación masiva en las elecciones: “Hay que responder en las urnas al desafío a nuestros valores”

Ángel Gabilondo recogerá su acta de diputado, seguirá trabajando en la Asamblea de Madrid y no se plantea dimitir. El candidato del PSOE se reafirma así frente a las crecientes voces críticas en el PSOE de Madrid —pero también en Ferraz— que concluyen que su renuncia al escaño es el primer paso para construir un proyecto alternativo al de Isabel Díaz Ayuso de cara a los comicios de 2023. “Tiene que haber un gesto tras lo que ha pasado. No podemos actuar como si no hubiera pasado nada”

Al día siguiente de que la ejecutiva del PSOE de Madrid cerrara en falso la monumental crisis interna provocada por la hecatombe electoral del 4-M, el líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, ha presentado su dimisión, lo que fuerza a su vez la salida de toda la dirección y el nombramiento de una gestora, tutelada por Ferraz, hasta que se celebre el congreso regional previsto a fin de año, según confirman a La Vanguardia fuentes socialistas.

Ángel Gabilondo ha recibido el alta después de que ayer fuera ingresado en el Hospital Ramón y Cajal por un cuadro arrítmico. El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid se ha recuperado tras ser atendido por el equipo del Dr. Zamorano y se irá a casa en las próximas horas.

El socialista Ángel Gabilondo, que renunció a su escaño en la Asamblea de Madrid, ha sido nombrado vocal del Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España (BNE) por el aún flamante ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, tal y como se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado. Su mandato tiene una duración de tres años, y podrá ser renovado hasta dos veces por periodos de igual duración.

Aunque en ningún momento los testigos acusan a Gabilondo como responsable o encubridor de los hechos, sí que lo sitúan como profesor en los colegios y conocedor de las circunstancias

Hilo de videos de distintos periodistas explicando el proceder de las cloacas a lo largo de los últimos años

para darnos cuenta de hasta qué punto, en la sociedad actual, bajo la más pusilánime servidumbre voluntaria, tenemos hackeado y anestesiado el más mínimo espíritu crítico