El triunfo de Yolanda Díaz es también el de una política en el que hay contenido más allá de la amenaza fascista. Una política basada en el miedo solo puede darle alas al adversario. Perfil moderado, práctico, transversal y con capacidad de llegar a acuerdos. Parte de su triunfo también procede de un discurso sencillo y claro para la mayoría de su electorado, conectando tanto con jóvenes como con socialdemócratas desencantados.