El uso de las VPN ha aumentado mucho en los últimos años y eso no ha gustado a todos los sectores. Como sabréis, sirven para cifrar la conexión de Internet, ocultar la identidad, pero también para poder acceder a ciertos servicios que puedan estar bloqueados geográficamente. Por ejemplo, si Netflix tiene una serie solo para España, alguien de Italia no podría verla. Ahí es donde entra en juego este tipo de programas que ahora la UE quiere prohibir.