El nuevo producto, desarrollado junto a la Universidad de Córdoba, presenta una potencia «muy superior» a la de cualquier otra tecnología disponible en el mercado, un hecho que «minimiza el porcentaje de energía desperdiciada durante su uso». Si una batería de ion-litio (las más avanzadas hasta el momento) tiene una densidad de 180 Wh/Kg, una de grafeno supera los 600 Wh/Kg. Es decir, triplica la potencia de la mejor tecnología actual del mercado.