Finalizado ya el trabajo en los pabellones de Palexpo y en la redacción, llega el momento de analizar más tranquilamente los impresionantes vehículos de lujo que nos encontramos en las calles de esta pequeña ciudad y es que Suiza, además de ser famosa por sus chocolates, marcas de relojes y por ser un paraíso fiscal, sus calles y hoteles esconden automóviles imposibles de adquirir en toda una vida para los mortales mientras que allí, es lo normal, al igual que ocurre en otras ciudades como Londres o Dubai.