A menudo vivimos las situaciones de cambio personal como un trance duro y doloroso, no exento de esfuerzos y sacrificios. Tal vez la Biodanza sea una de las escasas propuestas de terapia y transformación personal que se postulan como una oportunidad para mejorar a través de actividades sencillas, gratas y placenteras, compartidas con otras personas. La ‘Bio Dance’ nos emplaza a impulsar nuestra ‘alegría’, nunca a librar un solitario combate contra las tristezas.