Es probable que el proyecto enfurezca a las autoridades de Estados Unidos y a algunos parlamentarios británicos que sostienen que la tecnología de Huawei puede ser utilizada por Pekín para el espionaje y que Reino Unido debería replantearse la decisión de enero de permitirle un papel limitado en sus redes 5G. La compañía niega estas acusaciones. Las autoridades británicas están analizando la mejor manera de mitigar los riesgos de seguridad que plantea Huawei a la luz de las nuevas sanciones estadounidenses anunciadas en mayo
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