La última vez que estuve desempleado fue en el punto álgido de la Gran Recesión. Acababa de mudarme con mi novia, quien de pronto se encontró con una pareja sin trabajo que rara vez salía de la casa. Sin embargo, me dio un consejo sorprendente: juega videojuegos. Tendría mucho tiempo en mis manos, dijo, y, aunque en efecto podía y debía hacer otras cosas —quehaceres, ejercicio, buscar un empleo— la mayor parte del día estaría encerrado en casa con pocos recursos. Sin algo en qué ocupar mi mente, me volvería loco.
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etiquetas: videojuegos , ocupar el tiempo , estímulos , mala época
Luego ya si eso limpio los armarios de la cocina.
Yo me estoy pegando unas viciadas estos dias a la play solo comparables a mis años de chaval con el warcraft 2 y el civilization 2
No veo que encaje.
Pero igual que hay libros y libros, también hay videojuegos y videojuegos.
Algunos son para pasar el rato, otros diría incluso que son perniciosos para la salud (muchos juegos online diseñados para ser adictivos), y también hay videojuegos de los que se aprende. Ya sea porque contienen datos históricos (saga Civilization), o porque cuentan un relato conmovedor del que puedes sacar conclusiones filosóficas (Muchos RPG).
De todas maneras, el tiempo libre existe. No necesariamente estás procrastinando cuando juegas a videojuegos.
Mierda, era otra noticia...