Lo cierto es que a OpenAI, creadora del popular ChatGPT, ha tenido que ceder a la presión de su plantilla. El 97% de los trabajadores había dado un ultimátum a la junta directiva: o regresaba Sam Altman, el anterior presidente ejecutivo, o abandonarían la compañía. Incluso algunos de los que estaban inicialmente conformes con su despido, como el cofundador y responsable científico, después recularon.

OpenAI ha anunciado haber llegado un acuerdo con Sam Altman para que el creador de ChatGPT que popularizó la inteligencia artificial (IA) vuelva a ser el director.

La pugna por la empresa dueña de ChatGPT va más allá de una escaramuza empresarial. Es una lucha a muerte entre utópicos y fatalistas sobre cómo se debe regular la IA. Y, de fondo, el temor a China

el drama de openai y la historia del depsido de Sam Altman y su regreso. Sí, una locura.Todo ocurrido en a penas 1 semana, ¿whaaaat?Intento ponerle un poco d...

Mensajes del (otra vez) nuevo CEO Sam Altman y del miembro del consejo Bret Taylor a la compañia

En el centro de la tormenta estaba Altman, un multimillonario de 38 años. Su destitución fue la culminación de años de tensiones latentes en OpenAI que confrontaron a quienes estaban alarmados por el poder de la IA con quienes veían en la tecnología una oportunidad única de obtener beneficios y prestigio. A medida que se profundizaban las divisiones, los líderes de la organización se enfrentaban entre sí. Esto desembocó en una pelea en la sala de reuniones que acabó demostrando quién tiene la sartén por el mango en el futuro desarrollo de la IA

Elon Musk ha presentado una demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, alegando que la organización ha cambiado su enfoque de desarrollar inteligencia artificial general (AGI) para el beneficio de la humanidad a priorizar el lucro, especialmente a través de su asociación con Microsoft. Musk afirma que las acciones de OpenAI, incluido el desarrollo secreto de tecnología AGI y el lanzamiento de GPT-4, infringen su acuerdo fundacional. La demanda tiene como objetivo obligar a OpenAI a volver a su misión original.

“realmente pienso que es algo asombroso, pero si tenemos en cuenta dónde tenemos que llegar y dónde opino que llegaremos, las herramientas que poseemos ahora apestan”. GPT-5 supondría un salto enorme respecto a GPT-4 y GPT-4 Turbo. Además, señaló que la empresa que dirige se prepara para lanzar esta evolución “en algún momento de 2025”, sin dar más datos al respecto

“No soy un ludita, hay algún valor en esta nueva tecnología. Simplemente la motivación no es la correcta”. La referencia al ludismo suena descolocada en la carta de Scott Jenson, uno de los ingenieros de experiencia de usuario más veteranos y reputados de Silicon Valley. Con más de 35 años de experiencia en empresas del Valle, 15 de ellos en Google, pocos perfiles parecen más alejados a los de los artesanos ingleses que atacaban fábricas y quemaban máquinas de producción en serie.