La pandemia ha acelerado la pérdida de religiosidad y la secularización de la sociedad española, al aumentar la cifra de agnósticos y ateos del 27,5 % en 2019 al 37,1 % en 2021, un aumento de casi 10 puntos porcentuales en sólo dos años, según ha indicado la Fundación Ferrer i Guàrdia.