Las tormentas del desierto están a punto de derrotar definitivamente a uno de los proyectos de ingeniería más ambiciosos impulsados por las grandes empresas españolas. Más de 6.750 millones de euros están en juego debido a los problemas irresolubles que, desde hace meses, traen de cabeza a los técnicos del consorcio liderado por Renfe, Adif, Ineco, Copasa, OHL, Talgo y Cobra (ACS).