Pues ya tenemos el final de la historia del "Batman: Arkham Knight", final que nunca nos esperaríamos.

La semana pasada Microsoft confirmó que en la versión Home de Windows 10 las actualizaciones serían obligatorias y automáticas. Cuatro días antes de su lanzamiento oficial esta política ha empezado a causar problemas y a provocar que muchos PC dejen de funcionar correctamente al instalar drivers que han roto la configuraciones con múltiples monitores, de varias tarjetas (SLI) e incluso ha llegado a provocar que los equipos dejen de funcionar a no ser que se inicien en modo de recuperación.

Una de las grandes críticas que ha recaído sobre Microsoft con Windows 10, 8 y 7 es cómo el sistema ha obligado a millones de usuarios a actualizar en el momento más inoportuno. La causa de las quejas radicaba en que de forma directa no era fácil ni conveniente pausar las actualizaciones, por lo que en muchos casos, cuando queríamos apagar el portátil, el sistema nos obligaba a esperar, mientras se actualizaba.

Un problema que ha dado y que sigue dando mucho que hablar: el soporte oficial de este sistema operativo ha finalizado. Sin embargo, hay quien se ha agenciado la forma de conseguir las actualizaciones de seguridad de Windows XP hasta el año 2019, haciendo que el sistema siga siendo más seguro. Seguro que a muchos les ha picado la curiosidad por cómo es posible que se pueda continuar actualizando el sistema operativo. La respuesta es muy sencilla: recurrir a Windows Embedded POSReady 2009

Un gran número de usuarios se ha dispuesto a desinstalar todas aquellas aplicaciones que vienen preinstaladas con Windows 10 y que no son de su agrado o no va a utilizar. Sin embargo, parece que un nuevo problema con las actualizaciones de Microsoft para Windows 10 está suponiendo un problema para estos usuarios, que tras instalar ciertas actualizaciones, han visto como en su equipo volvían a estar las aplicaciones de Windows 10 desinstaladas previamente.

Microsoft ha admitido haber actualizado sin autorización algunas instalaciones de Windows 10 a la última versión del sistema operativo, identificada con el numeral 1709. La actualización se produjo incluso en aquellos casos en que el usuario específicamente había bloqueado tales actualizaciones en la configuración del sistema operativo. Microsoft ha publicado un procedimiento que hace posible revertir la actualización no solicitada. Cabe señalar que este procedimiento es posible únicamente en los 10 días siguientes a la actualización.

Constantemente recibimos actualizaciones de todo. Ya es normal ver lanzamientos de un producto mínimo viable como Windows 11 con nuevo número de versión, pero sin todos los detalles afinados. Hay otro extremo en el que se encuentran algunos programas que se crearon hace años (hasta décadas) para hacer algo y verse de una manera, y a día de hoy es poco o nada lo que han cambiado. Puede que se hayan actualizado para optimizar, mejorar un poco o corregir errores, pero la experiencia sigue siendo casi la misma que el primer día: buenas aplicaciones

La complejidad de llevar actualizaciones de diferentes capas de personalización a dispositivos tan variopintos ha sido siempre la excusa. Si se cumple lo que quiere Europa, tendrán que ponerse manos a la obra desde ya. En concreto, la propuesta de la UE exige que todos los fabricantes garanticen 3 años de actualizaciones del sistema y 5 años de parches de seguridad. Eso como requisitos mínimos, ya que es evidente que los fabricantes podrán alargar todavía más esos plazos si así se desea.

Desde que se lanzara Windows 11 al mercado han sido millones de equipos que no han podido actualizarse al nuevo sistema operativo por no cumplir una serie de requisitos. Pero también hay otra serie de usuarios con equipos incompatibles, que no pudieron dar el salto a Windows 11 por algún driver en particular. Ahora, Microsoft ha confirmado que finalmente ha dado por resuelto un error de más de dos años que impedía a estos usuarios de Windows 10 actualizarse a Windows 11.

Las actualizaciones de software son algo a lo que todos estamos acostumbrados. Casi cada día pequeños parches y soluciones están preparadas para descargarse en nuestros PCs, teléfonos y tabletas. En su mayoría son una molestia menor pero, en ocasiones, algo sale mal y te quedas con un ordenador que no arranca. El peor escenario, por muy molesto que resulte, es normalmente una reinstalación del SO. Pero ¿qué pasa si lo que actualizas es el software de un instrumento a bordo de una nave espacial a 655 millones de km de la tierra?