Desde la aparición de navegadores como Firefox y Chrome, el uso de Internet Explorer en Windows es mínimo -aunque el tráfico revela que todavía hay un 2,5% de los usuarios mundiales que lo utilizan, un 5,5% en Reino Unido- y de hecho Microsoft lanzó en Windows 10 un navegador que lo sustituye, Microsoft Edge. Ahora la compañía va un paso más allá y recomienda dejar de usar el antiguo Explorer por los riesgos que supone para el equipo.