El 20 de mayo de 1986 comenzó a construirse el primer sarcófago para recubrir las 200 toneladas de material radioactivo que nadie podía sacar, ni con ayuda de robots. Sin embargo, las copiosas nevadas, el calor y la radiactividad han hecho mella en la estructura hasta casi tirarla abajo. En 1996, las autoridades declararon que era imposible restaurar el sarcófago de cemento debido a su mal estado. Se decidió entonces construir un nuevo sarcófago. Una vez terminada será la cúpula más grande y cara construida por el hombre.