Un granjero de ovejas de Wauberg no podía creer lo que veía cuando regresaba de un fin de semana en la playa el lunes de Pascua. El hombre se había ido el viernes con su familia, pero no quería dejar sus 25 ovejas y corderos sin tomar medidas. "Compró unos cuantos rollos de conductor eléctrico para cubrir su prado de tres hectáreas", dice el experto en lobos Jan Loos. "El hijo de la casa todavía tenía una cámara en el armario y la apuntó al lugar supuestamente más débil".
